¿Tiene el usuario la edad adecuada? ¿Cómo puede estar seguro? ¿Cómo podemos protegerlos? ¿Tiene más de 15 años y puede unirse a esta red social? ¿Tiene más de 18 años? Determinar la edad de los usuarios de Internet se perfila como uno de los próximos grandes retos tecnológicos.
El reto tecnológico es poder verificar la edad real de cada internauta en los sitios que lo necesiten, respetando escrupulosamente la privacidad de cada individuo. La cuestión principal es, por supuesto, la protección de los niños, especialmente de los más pequeños.
Según ARCOM, el regulador francés de las telecomunicaciones, cada mes en Francia la mitad de los niños y un tercio de las niñas están expuestos a contenidos pornográficos. A mediados de marzo, el Ministro Delegado para Asuntos Digitales, Jean-Noël Barrot, anunció que «2023 marcaría el final de la era digital». acabar con el acceso de los niños a sitios pornográficos». Esta declaración precedió en unos días al inicio de un experimento realizado por un grupo de empresas destinado a probar un sistema «suficientemente robusto para ser inatacable», según el Ministro.
El principio de este sistema de verificación de la edad se basa en lo que se conoce como «doble anonimato». Implica la intervención de un tercero de confianza capaz de certificar la fecha de nacimiento o la mayoría de edad de una persona. Este tercero de confianza puede ser un operador de telecomunicaciones, un proveedor de identidad digital, como la aplicación de tarjetas de identidad para teléfonos móviles, o cualquier otro organismo autorizado.
El doble anonimato se debe principalmente a que este tercero de confianza no sabe cómo se utilizará el certificado de edad. En otras palabras, nunca se les informará de que este certificado se utilizará, por ejemplo, para acceder a un sitio pornográfico. El sitio, por su parte, sólo recibirá la prueba de la mayoría de edad del usuario, sin tener acceso en ningún momento a su identidad. Sólo sabrá que el usuario es mayor de edad. La protección de la intimidad es una prioridad absoluta, y es uno de los objetivos clave de este ensayo, que se puso en marcha a finales de marzo.
Existen otras soluciones técnicas en todo el mundo. Algunas de ellas se basan en el uso de medios de pago (tarjetas bancarias), mientras que en Gran Bretaña la edad se estima en cuestión de segundos mediante un vídeo selfie analizado por inteligencia artificial, con un margen de error de un año y medio. Estas tecnologías son útiles, por ejemplo, para comprobar si un usuario tiene más de 13 años para crear una cuenta en las redes sociales.
En el caso de los sitios pornográficos, los que sigan permitiendo el acceso a menores podrían ser bloqueados y eliminados de la lista de los motores de búsqueda en cuestión de semanas, sin necesidad de intervención judicial. Esto es precisamente lo que prevé el proyecto de ley sobre la seguridad del entorno digital, que ya ha sido aprobado por el Senado y será debatido por la Asamblea Nacional este otoño.
La verificación de la edad será, por tanto, una cuestión importante en los próximos años. Contribuirá a aumentar la confianza en línea y, sobre todo, a proteger a los jóvenes de contenidos no autorizados para ellos.