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Sitios pornográficos: ¿qué soluciones existen para comprobar la edad del usuario?

Tiempo de leer: 4 minutos

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¿Cómo comprobar eficazmente la edad de los usuarios que desean acceder a un sitio protegido? El Gobierno probará en breve un sistema que dará solución a este problema.

Desde julio de 2020, una ley obliga a los sitios web pornográficos a «controlar eficazmente la edad de sus visitantes». En Francia, el acceso a este tipo de contenidos está prohibido a los menores de 18 años. Actualmente, los usuarios realizan esta verificación mediante un simple clic de consentimiento, que declara la aprobación mayoritaria del usuario. Esta solución poco fiable pronto será sustituida por una verificación más exhaustiva de la edad del usuario. Al menos, esa es la ambición del Gobierno, que pondrá a prueba un sistema totalmente nuevo a partir de finales de marzo. Ya no bastará con una simple declaración: tendrá que demostrar que es mayor de edad.

El principio del doble anonimato

«Estamos trabajando en una solución de verificación de la edad que respete el principio del doble anonimato», explicó Jean-Noël Barrot, Ministro Delegado de Economía Digital.

«Quien proporciona la certificación de la mayoría de edad no sabe para qué se utilizará. Podría ser un operador de telecomunicaciones, un proveedor de identidad digital o cualquier otra organización susceptible de certificar la mayoría de edad de una persona.» Por el contrario, el sitio en el que se utiliza la atestación de mayoría desconoce la identidad de la persona. Esto se conoce como el principio del doble anonimato.

Con este método, el gobierno espera que su ley sea aplicable a los editores de sitios pornográficos. El objetivo es sobre todo ganarse el apoyo de los usuarios finales, que necesitan realizar esta verificación de forma rápida y sencilla, y sobre todo con total confianza. No olvidemos las complejas cuestiones que rodean a este dispositivo, que conlleva importantes riesgos, sobre todo en términos de privacidad. El reto consiste en encontrar un equilibrio entre la protección de los menores, el respeto de la intimidad y una experiencia de uso tolerable.

El papel de los terceros de confianza

Según el Ministro francés de Asuntos Digitales y la opinión de Arcom y la CNIL, el doble anonimato es «el sistema más sólido» que existe en la actualidad.

La CNIL (Commission Nationale de l’Informatique et des Libertés) recomienda la utilización de un tercero independiente de confianza para evitar la transmisión directa al sitio de datos identificativos relativos al usuario. Con ello se cumple el doble objetivo de evitar que los menores consulten contenidos inadecuados y, al mismo tiempo, minimizar los datos recogidos sobre los internautas por los editores de estos sitios.

En la práctica, los controles de edad se dividen en dos operaciones distintas:

  • en primer lugar, la cuestión de la prueba de la edad,
  • la transmisión de estas pruebas.

 

Al confiar estas dos operaciones a actores diferentes, se maximiza la protección de la privacidad. La solución ideal sería que la prueba de la edad pasara directamente por el usuario, mediante una firma criptográfica. Esto garantizaría que el tercero que transmite la prueba de edad no tiene conocimiento del sitio visitado y, a la inversa, que el sitio visitado no tiene conocimiento del proveedor de la prueba.

En este contexto, la CNIL desea que se cree un marco de certificación de los terceros que intervienen en la gestión de la prueba de edad.

Al igual que el PVID
la CNIL considera que este enfoque marco podría basarse en ella, con el fin de dar fe de la calidad y fiabilidad del prestador deservicios, evitando al mismo tiempo los servicios menos serios o incluso fraudulentos.

¿Cuáles son las soluciones?

La CNIL ha identificado varias soluciones existentes para verificar la edad de los usuarios en línea:

Verificación por estimación basada en el análisis facial: técnica de estimación de la edad basada en el análisis facial, sin intentar identificar a la persona. Sin embargo, el riesgo de error puede ser importante, sobre todo para las personas cercanas a los 18 años.

Verificación mediante el análisis del documento de identidad y verificación facial: dado que la mera presentación de un documento de identidad puede eludirse fácilmente utilizando un documento falso o robado, algunos sistemas incluyen también la verificación facial. La «detección de los vivos» permite contrarrestar cualquier intento de elusión. Este proceso es mucho más fiable y también se utiliza para verificación de identidad de acuerdo con la norma ANSSI PVID.

Verificación mediante un servicio de autenticación: utilizando soluciones de identificación de terceros como la que ofrece FranceConnect. Esta solución no es satisfactoria porque el uso de un dispositivo de este tipo podría conllevar el riesgo de asociar una identidad oficial a cierta información íntima, o incluso a una supuesta orientación sexual.

También se mencionan otras soluciones, como la verificación por validación de la tarjeta de pago, un sistema de verificación fuera de línea o la verificación por inferencia.

¿El futuro de la confianza en Internet?

La promesa del doble anonimato, concebido para respetar la intimidad de los internautas, es que puedas demostrar tu edad de forma fiable sin necesidad de facilitar tus datos de identidad precisos directamente al sitio. Sea cual sea la solución utilizada, es necesario garantizar su fiabilidad, la confidencialidad de la información y minimizar los datos intercambiados.

El recurso a terceros de confianza ofrece una serie de ventajas, entre ellas la garantía de protección de la identidad del usuario y el respeto del principio de minimización de los datos, manteniendo al mismo tiempo un alto nivel de fiabilidad de los datos transmitidos.

Sin embargo, para ser realmente eficaz, el doble anonimato no sólo debe ser utilizado por los sitios pornográficos. También deberá utilizarse en otros servicios en línea prohibidos a los menores. Es concebible que esto pueda aplicarse a determinados sitios de juegos (en particular los juegos de azar en línea y las apuestas deportivas), y por qué no a las redes sociales, que también imponen una edad mínima.

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