Presentado oficialmente el martes 16 de marzo, el nuevo documento nacional de identidad con datos biométricos se probó inicialmente en departamentos piloto (Oise, Seine-Maritime y Reunión), antes de implantarse en todo el país a partir del 28 de junio. He aquí lo que cambia y cómo esta nueva sala es más segura.
El nuevo documento de identidad es más pequeño. Tiene el tamaño de una tarjeta de crédito (ID-1) o de un permiso de conducir (86x54mm). Menos voluminoso y más fácil de guardar, también se le ha dado un nuevo aspecto. Más allá de estos cambios, la gran novedad es la seguridad.
Un microchip
El Gobierno quiere dotar a los franceses de una tarjeta fiable para frenar, sobre todo, el fraude y la usurpación de identidad. Esta tarjeta lleva un chip electrónico que contiene los datos biométricos del titular: sus datos, una foto de pasaporte digitalizada y dos huellas dactilares.
Un precinto electrónico visible (CEV)
El reverso de esta nueva tarjeta se ha rediseñado. Además del chip, un Sello Electrónico Visible (SVE) agrega la información del estado civil de la tarjeta: apellidos, nombre, sexo, número de identidad, así como la firma electrónica de estos datos. La firma se garantiza mediante cifrado asimétrico, lo que hace que la información sea a prueba de manipulaciones. Permite a quienes disponen de la clave pública del firmante comprobar la información: si la firma de los datos es correcta, entonces los datos en cuestión son buenos. Este código puede ser escaneado por organismos autorizados (ayuntamiento, banco, prefectura) para garantizar la integridad del documento.
Un nuevo dispositivo holográfico
También se han añadido varios elementos de seguridad visual: la foto del DNI incorpora un dispositivo holográfico de nueva generación que cambia de color y protege la fotografía del titular. La misma foto de carné se reproduce en el reverso utilizando una imagen cambiante – Imagen Láser Múltiple (MLI) – para garantizar que la foto de carné del titular no ha sido alterada. También se añaden tintas reactivas bajo luz UV al sustrato de policarbonato, con grabados láser perceptibles al tacto. El fondo seguro continúa hasta el borde transparente, donde se microimprimen el número de documento y la fecha de caducidad.
Una zona de lectura automática
Por último, como en la versión anterior, esta tarjeta contendrá una zona de lectura automática (ZLA). Dispuesto en el reverso, ocupa 3 líneas en lugar de las 2 actuales. Incluye datos como los apellidos, el nombre y el número de documento, así como claves de seguridad determinadas por un algoritmo.
Incluso si podemos suponer que algunos de estos nuevos dispositivos de seguridad se utilizarán únicamente con fines soberanos (puestos fronterizos, etc.), tener en cuenta la directiva europea sobre el aumento de la seguridad de los documentos de identidad de los ciudadanos de la UE es un gran paso adelante. Una nueva tarjeta más segura permitirá a ciudadanos y empresas protegerse contra la usurpación de identidad. Conviene recordar que se trata de un problema real para la sociedad actual. Está en el centro del fraude social y bancario. También es un reto importante para los gobiernos en su lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.
En definitiva, no podemos sino felicitarnos por la llegada de este nuevo documento nacional de identidad.