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Lucha contra el fraude a la Seguridad Social: el Gobierno quiere fusionar la tarjeta Vitale y el carné de identidad

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Cada año se malversan ilegalmente miles de millones de euros, poniendo en peligro el equilibrio del sistema de seguridad social francés. Según el Tribunal de Cuentas, el fraude a la Seguridad Social representa una pérdida de ingresos de entre 6.000 y 8.000 millones de euros al año. Ante esta situación, el Gobierno planea fusionar la tarjeta Vitale, utilizada para los reembolsos sanitarios, y el carné de identidad, documento esencial para identificar a los ciudadanos. El objetivo de esta medida es reforzar la seguridad y luchar más eficazmente contra el fraude.

Carte vitale: un vector de fraude

La tarjeta Vitale, que existe en Francia desde hace varias décadas, facilita el acceso a la asistencia sanitaria y los reembolsos a los afiliados a la seguridad social. Sin embargo, también es utilizado fraudulentamente por ciertas personas. Los tipos de fraude más comunes incluyen el uso indebido de la tarjeta Vitale de otra persona, la falsificación de datos para obtener reembolsos injustificados o la venta ilegal de medicamentos reembolsados por la Seguridad Social. El defraudador consigue así recuperar fraudulentamente el dinero.

Estos fraudes representan un coste considerable para nuestro sistema sanitario y desvían recursos que podrían utilizarse para mejorar la atención al paciente. Para combatir estas prácticas, el Gobierno pretende reforzar la seguridad de la tarjeta Vitale aprovechando los avances tecnológicos del documento nacional de identidad electrónico (CNIe), en servicio desde 2021.

Protección de datos con el chip CNIe

El documento nacional de identidad electrónico (CNIe) es una nueva generación de documento de identidad que incorpora un chip electrónico con información personal. Este chip ofrece mayor seguridad y puede almacenar datos biométricos como huellas dactilares o fotografías faciales. La fusión de la tarjeta Vitale con el documento de identidad permitiría aumentar la seguridad de los datos de los asegurados de la Seguridad Social al reunirlos intrínsecamente en un único documento.

La idea sería utilizar el chip CNIe o el código QR para almacenar el identificador de la seguridad social. Cada vez que se utilice la tarjeta Vitale, los datos se autenticarán mediante este dispositivo, lo que reduce considerablemente el riesgo de falsificación o uso indebido. Además, esta fusión facilitaría la introducción de controles reforzados, como la verificación biométrica, para evitar la usurpación de identidad.

El primer reto será determinar dónde se almacena la información de la seguridad social, ya que el objetivo es separarla de los datos de identidad. El gobierno, con el apoyo de la CNIL, aún no ha tomado una decisión al respecto, aunque la CNIL parece inclinarse por añadir el número de la seguridad social al chip, utilizando un «sello electrónico» para encriptar el identificador y hacerlo más seguro.

¿Cuál es el calendario?

La fusión de la tarjeta Vitale y el carné de identidad es un proyecto ambicioso cuya aplicación llevará tiempo. Por el momento no se ha desvelado un calendario preciso, pero es posible que este sistema se introduzca gradualmente cuando se renueven los documentos de identidad caducados. Esta decisión forma parte de un plan más amplio de lucha contra el fraude a la Seguridad Social, que incluye otras medidas como controles más estrictos y sanciones más severas.

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