Más allá de la obligación legal en ciertos casos, la adopción de la factura electrónica se convierte en una oportunidad para agilizar y simplificar los procesos internos, eliminar prácticamente los errores manuales y garantizar una trazabilidad completa en cada transacción.
En este artículo descubrirás todo lo que debes saber sobre la obligatoriedad de la factura electrónica, desde la elección del software de factura electrónica hasta el proceso para firmar y validar la factura electrónica, y cómo integrar tu programa de facturación dentro de un ERP de manera eficiente.
¿Qué es la factura electrónica?
La factura electrónica es una versión digital con plena validez legal de la factura en papel, diseñada para emitirse, transmitirse y conservarse por medios telemáticos. A efectos normativos, debe respetar los mismos requisitos que establece el Reglamento de Facturación: incluir datos del emisor y del receptor, desgloses fiscales, fechas, importes y demás campos obligatorios.
Para que una factura electrónica goce de la misma fuerza probatoria que una impresa, debe:
- Estructurarse según el formato regulado (XML, UBL, Facturae, etc.).
- Contar con el consentimiento de emisor y receptor, que puede ser expreso o tácito en función del canal utilizado.
- Garantizar autenticidad e integridad, bien mediante firma electrónica (recomendada aunque ya no obligatoria desde 2013), o a través de sistemas de intercambio certificados.
Pero, ¿cómo funciona en la práctica? Para entender su operativa diaria, desglosémosla en tres fases esenciales:
- Generación de la factura: se crea el documento con un software o módulo ERP, validando automáticamente los datos.
- Envío: se transmite al destinatario a través de plataformas seguras (portales de intercambio, correo electrónico certificado, buzón fiscal).
- Archivado: ambos tienen la obligación de conservar el archivo digital durante el periodo legal (normalmente cinco años), con sistemas de copia que impiden modificaciones no autorizadas.
Incorporar la factura electrónica no solo cumple con la legislación, sino que simplifica la gestión, acelera cobros y pagos, y refuerza la trazabilidad de cada operación.
Obligaciones del emisor de la factura electrónica
La emisión de una factura electrónica conlleva una serie de responsabilidades legales y técnicas que las empresas deben cumplir para garantizar su validez y evitar sanciones. A continuación, detallamos las principales obligaciones del emisor de la factura electrónica:
- Requisitos legales: elaborar la factura con software homologado o módulo ERP, asegurando que incorpora todos los datos exigidos (NIF/CIF, fecha, desglose de IVA, descripción de bienes o servicios, etc.).
- Legibilidad y formato: garantizar que el documento sea legible en su formato original (XML, Facturae, UBL) y en cualquier vista posterior, evitando códigos o estructuras inaccesibles.
- Acceso y localización: facilitar al receptor la búsqueda selectiva (por fecha, cliente, importe), la visualización en línea, la descarga o la impresión en cualquier momento durante el período mínimo de conservación (5 años).
- Conservación de datos: mantener íntegra la base de datos que genera las facturas, asegurando copias de seguridad periódicas y restricciones de acceso que impidan alteraciones no autorizadas.
- Contabilización oportuna: registrar cada factura en el sistema contable en el plazo legalmente establecido (normalmente, el mismo día de emisión o en el siguiente registro diario).
- Autenticidad e integridad: implantar controles de gestión (logs, sellos temporales, hash) que permitan reconstruir la conexión entre la factura y la entrega de bienes o servicios. Aunque la firma electrónica avanzada ya no es obligatoria desde 2013, se recomienda su uso para reforzar la validez jurídico-fiscal.
- Vías de certificación válidas: utilizar firma electrónica avanzada con certificado reconocido o dispositivo seguro, como sistemas EDI con procedimientos que garanticen origen e integridad; u otros métodos previamente validados por la Agencia Tributaria.
Obligaciones del receptor de la factura electrónica
La factura electrónica no solo impone responsabilidades al emisor, sino también al receptor, quien juega un papel clave en garantizar el cumplimiento normativo y la fluidez de las transacciones comerciales. Las principales responsabilidades del receptor de la factura electrónica son:
- Validación inicial: comprobar que la factura cumple los requisitos formales y que, si lleva firma electrónica, ésta sea válida y emitida por un certificado reconocido o medio autorizado.
- Conservación de la factura: almacenar el documento en su formato original (o delegar en un custodio externo), preservando estructura y metadatos durante el plazo legal (5 años).
- Acceso y trazabilidad: asegurar mecanismos de búsqueda y recuperación (por ejemplo, índices automáticos en el ERP o repositorio documental) que permitan visualizar, copiar o imprimir la factura bajo demanda.
Ventajas de instalar un software de facturación electrónica
Ahorro de costes operativos
La facturación electrónica elimina la necesidad de imprimir, archivar y enviar facturas en papel, lo cual conlleva un ahorro significativo en gastos de papel, tinta, sobres y transporte.
Además, al no depender de envíos físicos ni de almacenamiento en archivadores, se reducen los costes indirectos asociados al espacio físico y al tiempo del personal dedicado a tareas administrativas, liberando recursos para actividades de mayor valor añadido, como la atención al cliente o el análisis financiero.
Mayor rapidez y eficiencia
El uso de flujos automatizados y sistemas integrados permite emitir documentos al instante, acelerar la confirmación de recepción y agilizar el proceso de cobro.
Además, la facturación electrónica suele incluir validaciones automáticas que evitan errores comunes (datos incompletos, cálculos erróneos, formatos no válidos), lo que disminuye la necesidad de revisiones manuales y reduce los retrasos en el ciclo de facturación.
Seguridad y reducción del fraude
Las soluciones de facturación electrónica incorporan mecanismos de firma digital, cifrado de datos y sellos de tiempo que garantizan la autenticidad, integridad y no repudio de las facturas. Esto dificulta la falsificación y aumenta significativamente el nivel de confianza en las transacciones.
De igual modo, el almacenamiento en entornos seguros y con copias de respaldo automáticas protege los documentos ante pérdidas, robos o desastres. Las auditorías internas y externas también se facilitan al disponer de un registro inalterable y trazable de todas las facturas emitidas y recibidas.
Cumplimiento normativo y fiscal
En muchos países, la facturación electrónica es aceptada e incluso obligatoria para ciertas empresas o sectores, con estándares definidos por la administración tributaria. Adoptar un sistema de facturación electrónica asegura el cumplimiento de las disposiciones legales vigentes y reduce riesgos de sanciones por incumplimientos formales.
Además, estos sistemas suelen actualizarse automáticamente para adaptarse a cambios legislativos (por ejemplo, nuevos formatos de factura, requisitos de información, plazos de conservación), facilitando a las empresas mantenerse al día sin necesidad de grandes esfuerzos de adaptación interna.
Accesibilidad y disponibilidad 24/7
Las facturas electrónicas pueden consultarse en cualquier momento y desde cualquier lugar con conexión. Esto beneficia tanto al emisor como al receptor, que pueden acceder a sus documentos de forma instantánea sin depender de horarios de oficina o desplazamientos físicos.
Asimismo, la posibilidad de integrar el sistema de facturación con otros sistemas (ERP, CRM, banca online) mejora la visión global de la situación financiera en tiempo real.
Herramientas para la gestión de la factura electrónica
Para la gestión de la factura electrónica, se pueden utilizar diversas herramientas de software, que varían en complejidad y funcionalidades según las necesidades de cada negocio.
Algunas opciones populares incluyen programas de facturación en la nube o soluciones integradas, como los ERP (Enterprise Resource Planning) o el software eInvoice de Namirial, que permite entregar y recibir facturas electrónicas, pedidos electrónicos y documentos de transporte a través de un hub dedicado.
Este programa de factura electrónica también permite automatizar flujos de envío, recepción y almacenamiento de facturas, pedidos y albaranes.
Cómo evitar errores en la implementación de un programa de facturación electrónica
Definir requisitos y objetivos desde el inicio
Antes de seleccionar una solución de facturación electrónica, es fundamental recopilar y documentar todas las necesidades de la empresa: volumen de facturas, integración con sistemas existentes (ERP, CRM, banca), requisitos legales específicos del país y flujos de aprobación internos.
Este análisis previo evita que, tras la compra o contratación, surjan sorpresas que obliguen a replantear parte del proyecto.
Realizar una migración y pruebas en un entorno controlado
Antes de activar la facturación electrónica en producción, conviene replicar los procesos en un entorno de pruebas o “sandbox”. Allí se deben importar datos históricos relevantes (clientes, productos, tarifas) y generar facturas de ejemplo que cubran casos habituales y excepcionales (descuentos, correcciones, devoluciones).
Durante esta fase, se validan tanto la generación del documento (formato, datos fiscales, sellos digitales) como su envío y recepción. Registrar los errores y su resolución en un informe de pruebas ayuda a depurar el sistema y a documentar lecciones aprendidas para futuros cambios o actualizaciones.
Capacitar al equipo y documentar los procedimientos
Aunque la solución sea muy intuitiva, una formación adecuada reduce la curva de aprendizaje y minimiza errores en la operación diaria. Organiza sesiones prácticas que incluyan los distintos roles (emisión de facturas, validación, envío, archivo) y distribuye manuales o tutoriales internos con capturas de pantalla y flujos paso a paso.
Monitorizar indicadores y revisar continuamente
Tras el arranque en producción, es vital establecer indicadores de rendimiento (tiempo medio de emisión, porcentaje de facturas rechazadas, plazos de cobro) y revisarlos de forma periódica.
Un cuadro de mando con alertas automáticas avisará de desviaciones significativas, permitiendo actuar antes de que los problemas se acumulen.
Conclusión
La facturación electrónica no es solo una obligación normativa, sino una oportunidad para transformar y optimizar por completo la gestión financiera de tu empresa. Al adoptar un sistema electrónico, mejorarás la eficiencia operativa, reducirás costes y elevarás los estándares de seguridad y cumplimiento.
En este contexto, elegir la solución adecuada es clave. El software eInvoice de Namirial ofrece un sistema de facturación electrónica integral, diseñado para integrarse de forma sencilla con tus sistemas actuales y adaptarse a las normativas de cada país.
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